Julián Carpio se retira

El 24 de septiembre de 2017 Julián Carpio “colgó las zapatillas de clavos” en la primera plaza del mundo, la de Las Ventas de Madrid. Tras veinte años en los que ha pasado el nombre de su pueblo natal, Morata de Tajuña, por las plazas de España, Portugal, Francia, Ecuador, Colombia o México, dejó el circuito de recortadores.

Dieciocho días antes, el seis de septiembre de este mismo año se había despedido de su pueblo acompañado por tres grandes recortadores morateños, el joven Tomás Medel, el veterano Jonatan Ortega, y un jovencísimo Juan Sacristán que con solo dieciséis años demostró que va a dar mucho que hablar en el arte del toreo a cuerpo limpio.

Juan Sacristán recibiendo a Porta Gayola

Hoy Julián Carpio se encuentra entregado en su faceta de ganadero, en la finca Bellalucía y en la finca El Carpio adquirida recientemente.

En 2018, quiere dejar su impronta en el mundo ganadero y constituye la ganadería Caras Blancas formada con sementales y un lote de vacas de D. Giménez Indarte, procedencia Marqués de Villamarta, “Murube-Urquijo” “Ganadería Marqués de Domecq”. “Quiero competir o destacar por algo que sea distinto a los demás, que no tenga nadie”, aseguró en su momento Julián Carpio.

Así mismo es fundador de la empresa Carpiotoros que ofrece los recursos necesarios para llevar a cabo festejos. Complejo para celebraciones personales, organización de fiestas camperas, vacas y novillos para capeas de entrenamiento, suelta de vacas a campo abierto para jinetes, escuela de tauromaquia, etc…

Toda una vida dedicada a la tauromaquia y al mundo del toro. Y lo que le queda. Mucha suerte, maestro.

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